Lleva el calor en la mirada
refugio en una piel
que abriga cuando abraza,
roza silenciosa
la boca que toca
el beso que a sus labios
despertó su alma rota.
Revive cual simiente
como pétalo en flor
que asoma en su tallo,
retoma el vuelo oxidado.
Le sujetan nuevas alas,
el bastón de apoyo de sus manos.
No está sola
su ángel ha encontrado,
pone rumbo a su sueño deseado.
Yayone Guereta.