Oteo una lluvia de versos que devoro con saña,
poemas que facilitan la fragilidad del alma,
contengo el aliento llevándolo hasta el extremo,
poemas que facilitan la fragilidad del alma,
contengo el aliento llevándolo hasta el extremo,
hacia la cavidad de mis entrañas,
con el vigor de un ansia desmesurada,
entre mis táctiles embebo una copa de whisky seco
que en la boca me quema y en la garganta me abrasa,
entre mis táctiles embebo una copa de whisky seco
que en la boca me quema y en la garganta me abrasa,
recorre regando los adentros y a vivo fuego estalla,
calmando nostalgias, suspiros en la noche trémula
y en mis labios los deseos callan,
deseos escritos en hojas opacas
y en mis labios los deseos callan,
deseos escritos en hojas opacas
en soledades desde unas sábanas mojadas
que quedarán tan sólo en eso, en añoranzas pulverizadas.
Termino de ojear los versos
como termino la amarga ambrosía que deja tal elixir de doble cara,
expectante en su principio
revelador de un anunciado final concluyendo las palabras.
como termino la amarga ambrosía que deja tal elixir de doble cara,
expectante en su principio
revelador de un anunciado final concluyendo las palabras.
(El deterioro de un día más sin poder crear algo legible...)
Yayone Guereta.
Foto Propia.