Abril se postró en su mañana
con la luz en sus ojos más bellos de lo que acostumbra
pecador en la expansión del deseo que alumbra
en el silencio vacío de su boca ambrosiana.
Creando espacios de paciencia y ternura
pintando con pinceles versos infinitos
de colores inunda los pensamientos incógnitos
que con el vórtice del labio
calma mi llanura.
Encomendados al camino del fatuo destino
siendo capricho de los dioses
y a la espera de un justo
juicio.
Solo entonces serán las pieles anhelo clandestino
culminados en su elevación como semidioses
aún temerosos en la antesala de un prejuicio.
Yayone Guereta.
De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWS3hVZ1BtVHNsaEU/view
Yayone Guereta.
De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWS3hVZ1BtVHNsaEU/view
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