Que el aire
revuelva mis entrañas,
y hasta el último hálito de vida
no me deje sin mañanas.
Que un soplo de aire
traiga el suspiro que me eleve
y no me deje de rodillas,
si no de pie y de puntillas.
Para poner el cuerpo erguido
la cara y las manos en alto,
mirar al cielo y al infinito
y arremeter
con lo que me es impuesto
sin doblegar mis pasos.
Al infierno le pido
que me de una tregua,
no embista a sus demonios
ni a sus ángeles caídos
que yo no creo en hadas
ni en duendes paganos.
Es el espejo quien me habla de realidades,
de estar y ser persona,
lo demás,
lo dejo para fanáticos radicales.
Yayone Guereta.
Ser. Eso es lo importante. Dicen que el infierno suele conceder deseos, el precio es lo peor. Buen final, Yayone. Un fuerte abrazo, nos leemos.
ResponderEliminarEs lo que al menos podemos llevar sin bajar la mirada, el Ser persona. Ante todo, me quedo con eso. Gracias Alfredo por dedicarme tu valioso tiempo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPoema lleno de imágenes, sin duda, ser es lo que importa. Interesante pensamiento,
ResponderEliminarSaludos!
Gracias DMClarisa, es una de las cosas que podremos poseer por siempre, la esencia del Ser. Un fuerte abrazo.
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