Hallé su aire
en el suspiro abandonado
en la dejadez de sus labios,
la boca dibujo el nombre
las iniciales del beso sellado.
Los ojos llenos de vida
la mirada desnuda hablando,
con migas de pan inundados
el hombre hizo presencia
dos cuerpos proyectados.
En el azul de los días
el nido de la golondrina anidando
el que abriga la rama del árbol,
sin levantar el vuelo
sin ser ave de paso.
En el sur de sus laderas
las caderas unen lazos,
buscando el lado
en la altitud de sus montes,
trepando, deseando,
la paz de los desasosegados.
El cerezo en flor abriéndose
desde sus entrañas
pidiéndole paso,
y yo...
pregunté a la tierra madre
a que viento gira la veleta
la rueda del afortunado.
El consuelo de quien quiere amar
y ser amado,
mas la respuesta fue simple
quien posea el don de permanecer
el beso que la boca transmite
el sentimiento mas preciado.
Yayone Guereta.
¿A qué viento gira la veleta?La respuesta está en tus versos,al don de quien posea el donde amar en verso, touche, poetisa, me he quedado más que colmado con esta lectura, confieso que con ganas de más. Besos y abrazos en el aire. T'estimo molt.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jonh. Un honor y un placer tener un trocito de ti aquí con tus letras.
EliminarApoyarnos entre nosotros que nos tomamos en serio esto, es muy grande.
Millón de abrazos. Yo también, T'estimo molt.
Palabras sencillas, aunque trabajadas y profundas, que llegan.
ResponderEliminarUn saludo y no dejes de escribir y de compartir
Gracias a ti, ángel. Por estar y comentar en este humilde rinconcito.
EliminarEnorme abrazo.
Dice tanto este poema, demuestra que a veces no se necesita tanta metáfora que pueda enturbiar la belleza, me gusta tu soltura, vaya mi felicitación y un saludo cordial desde Toledo (España)
ResponderEliminarMuchas gracias Isidoro. Bienvenido a este también tu rincón.
EliminarDesde Vitoria-Gasteiz un abrazo.