Arde el cielo al sentirse invadido
por el desprecio que desprenden los párpados,
pudriéndose en la miseria que rodea la razón,
el cerebro recela imaginando
como violan una parte que no le pertenece
como violan una parte que no le pertenece
asediando el espacio del otro ser.
Observa tras la mirilla como un voyeur
para maldecir mientras arrastra la frustración
y después redimirse suplicando perdón
en versos que ahuyenten la sucia trama que urden los demonios.
Ya no queda una frase de plegaria que les una
solo el insulto en la palabra
los tequieros fingidos en los labios
y un mar muerto donde la lágrima es falacia.
Olvida las canciones que agitaron el latido
de los días y las noches que vibraban en suspiros
donde cubrían la ausencia de piel
-siendo puro escalofrío-
alimentados de alma
donde cubrían la ausencia de piel
-siendo puro escalofrío-
alimentados de alma
clamando la necesidad de huir
olvidar por siempre la soledad existente en su paralelismo.
/Nunca fueron utopía/
celándose hasta del nombre que nombra
departiendo desde la inconsciencia del propio ego,
nada tan sencillo como hacer perder la dignidad
denominando con el apelativo despectivo de -fulana-,
arroja la palabra con crueldad
a quien no quiere arrodillarse aceptando humillación
para tener que amar por obligación.
Nota:
Una mente dominante jamás hallará la libertad.
Yayone Guereta.
denominando con el apelativo despectivo de -fulana-,
arroja la palabra con crueldad
a quien no quiere arrodillarse aceptando humillación
para tener que amar por obligación.
Nota:
Una mente dominante jamás hallará la libertad.
Yayone Guereta.
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