Tengo, un te quiero enjaulado,
millones de deseos guardados,
y el tiempo juega en contra en ponerse de mi lado,
y yo no se que hacer con tanto cielo atormentado,
si te digo ven,
y tu no sabes ni que existo acaso.
Te siento tan grande...
que me aparto,
a tu lado me hago pequeña
y no tengo valor
para dirigirme hacia ti ni un paso
por miedo al rechazo.
Y yo aquí suspirando,
sin saber como hacer ni que decir
por tener,
un encontronazo acertado.
Tú tan culto
con tanta vida entre tus manos,
cuantas cicatrices contadas en relatos
heridas versadas en papeles blancos.
Cuanto lápiz gastado en folios tirados,
toda tu alma, la siento tanto...
Y yo aquí me quedo suspirando,
prefiero vivir de silencios a un NO sepultado,
llamenlo cobardía,
aceptado,
solo espero al destino sabio.
Si a de ser, será, si no...
en la eternidad nos encontramos.
Yayone Guereta.
Siempre debemos vencer los miedos. Precioso final, Yayone, un abrazo.
ResponderEliminarSe aferran a la cordura.
ResponderEliminarGracias, Alfredo, un fuerte abrazo para ti también, hasta que llegue el día .
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar