Dime luna,
si guardarás el secreto de su cama
el de sus sabanas mojadas,
donde deja los suspiros que su cuerpo extraña,
donde la noche trae fuego a la piel
y la boca calla.
Donde nacen los deseos
y rebelan las ganas.
La pasión del rincón abre su cielo
desvistiendo el sexo,
con exquisita pulcritud y esmero.
Suave, dulce y lento,
desnuda toda la lujuria que lleva dentro
cuidando cada tacto que le llevará al éxtasis extremo,
donde le nombrará en el último instante
y clamará lo eterno.
Exaltada en sudor y jadeos
allí yace, en la cumbre del placer placentero.
Le guardarás el secreto?...
Luna de noche, que inquietas los desvelos.
Yayone Guereta.
La luna siempre guarda los secretos. Besos, Yayone.
ResponderEliminarEs buena cómplice de desvelos, si. Besos, Alfredo.
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