Musa de lo ajeno
sin interpretación en sus pupilas,
subsistió alimentándose de palabras
creyéndose trovadora de líneas,
plasmando en miles de manuscritos
que envejecieron apartados
en cualquier esquina.
Como alma en pena
que vaga a hurtadillas
sin fronteras que le aten,
va andando
camina,
descalza por la orilla.
Yayone Guereta.
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