Creí que podría discernir ese amor loco que portea el verano
al sentir alcanzar las mismas devociones
desde el primer día que se topó esa especie de simbiosis
en los silencios de las noches calladas solitarias.
Más creí incluso
en la conjunción de todas las estrellas y astros
confabulados a juntar dos destinos,
confabulados a juntar dos destinos,
-siendo ambos tantas cosas y a la vez tan distintos-
que nos miramos desde el párpado confuso.
Escribí con nombre un futuro impreciso
con el temblor en las manos y lo fértil que nace del alma
con el temblor en las manos y lo fértil que nace del alma
en el beso de dos desconocidos.
Y con la potencia de una lágrima
quisimos encontrar esa luz que nunca hubo
asfixiados en nuestro propio oxígeno.
Nos negamos tanto y tantas veces,
que nos consumió el fuego de los dioses,
tan sólo fue un peregrinaje guiado hacia el camino del olvido.
Yayone Guereta.
tan sólo fue un peregrinaje guiado hacia el camino del olvido.
Yayone Guereta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario