Aquí estoy
/con el corazón hecho pedazos/
colgado de un hilo, balanceado,
hasta desanclarlo de la raíz
que lo mantenía unido al pecho
sujeto a un amor indomable.
Aquí sigo
/intentado olvidar/
dibujando con mis dedos tras la ventana /el nombre/
mientras veo como va desvaneciéndose la silueta
entre las sombras del asfalto.
Aquí me quedo
/sin poder remediarlo/
matando uno a uno los fantasmas del pasado
y alzando mi mano para despedirme de ti,
viendo el tren como pasa de largo.
Te digo adiós,
mis lágrimas diluidas entre los párpados
/anuncio del prolijo/
vagan por la atmósfera rompiendo todo lazo.
Yayone Guereta.
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