Versé infinidad de veces adioses prolongados al amor
creyendo no ser oración ni credo para nadie
-en todos sus designios-
y como si fuese único ese día
-sabiéndonos magia-
llegas a mi con la palabra tibia del acercamiento
que al roce de un movimiento de fortuna
me haces creación en tus manos,
donde me entrego sin la duda de un pasado
olvidando la nostalgia que fui.
A través de nuestros ojos recogemos sentimientos mutuos
-llenos de confidencias-
guardándolas en el silencio de la mirada
/haciéndonos beso y suspiro/
adivinándonos el alma, la piel, y todo,
en esa parte del corazón...
Amo.
Yayone Guereta.
De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWbktqRDE0M3FRS28/view
Foto propia.
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